UN CISNE DE TERROR PSICOLÓGICO

La película está al límite, y moverse hacia un lado puede perder el equilibrio y volverse extraño o absurdo. Sin embargo, la fotografía de Cisne negro, el fondo y la elegancia del vestuario aseguran que todo se filmó con la seriedad que requiere, para que no se deshaga del dolor y la desesperación. Estamos ante una película de terror psicológico, que es uno de mis géneros favoritos, pero es difícil encontrar un producto que pueda representar de forma fiable pensamientos, causas y consecuencias patológicas. El equipo de guionistas hizo un gran trabajo, no solo capaz de describir la locura y la desesperación, sino también de maximizar las posibilidades sin comprometerse demasiado, a pesar de que, se encontraba cerca de la línea divisoria.

El buen desarrollo de los personajes (expresando cada personaje y actuación) refleja la belleza del ballet. Me concentro en cómo combinar la trilla psicológica con este hermoso arte, que puede manejar bien las emociones y los símbolos en cada escena de la película. Las películas de Aronofsky son muy cerradas, opresivas y difíciles de mostrar en tres o cuatro escenas. Al mismo tiempo, la trama también es limitada, porque tiene una sola trama, que es muy simple y casi básica. Sin embargo, el director partió de la trama o de los elementos físicos, e hizo la historia más allá y aumentó la profundidad de la historia, es decir, vertical en lugar de horizontal. Utilice todos los recursos del terror tradicional, como el pánico sonoro, las expresiones faciales repentinas o la visión y la confusión. Aronofsky creó muchas situaciones aterradoras que, junto con la interpretación dramática y el trasfondo del resto de la película, parecían fuera de lugar.