Los Amantes del Círculo Polar (1998) : Cuando la casualidad conspira contra el amor
- luis felipe rodriguez jimenez
- 5 feb 2021
- 2 Min. de lectura
Por Mishell Janice Vilchez Rojas
(Editado por Luis Felipe Rodríguez)
Podría decirse que la película es la historia de amor de Ana y Otto, pero en realidad es mucho más que eso. El film cuenta, de forma paralela, la vida de ambos personajes desde su niñez. Esto narrado como voz en off por ellos mismos. Y es justo la niñez el punto de partida de la trama: es aquí que sus padres se conocen y se enamoran, por lo que ambos se convierten en hermanos políticos. Sin embargo, con el despertar de su sexualidad, ambos inician una relación de amor, oculta y apasionada, basada en la complicidad del parentesco. Pero el guion va mucho más allá: nos muestra cómo las casualidades son protagonistas en la historia de la pareja, incluso en la forma en la que sus ancestros predisponen el destino para que ambos se conozcan. Son las casualidades las que también desencadenan su trágico final.

Pese al guion original, la trama tiene algunas falencias. Los personajes tienen un perfil inocente, aventurero, con mucha curiosidad adolescente por la sexualidad y con mucho interés por conocer su historia familiar. Sin embargo, la trama pierde agilidad por el escaso diálogo y el excesivo silencio sin relevancia.

Por el lado técnico, la realización es un acierto. Los planos generales en los paisajes son de ensueño (el mar, el cielo, el ocaso en el círculo polar). La paleta de colores le da dramatismo y suspenso al film. La mezcla de estos elementos dota a la historia de un estilo poético, romántico y fantástico. Es resaltante esto en la secuencia en que Ana y Otto se conocen a la salida de la escuela, o cuando Otto lanza los aviones de papel por la ventana del salón. Sin embargo, este acierto se ve empañado por una tendencia a exagerar el recurso, lo cual genera secuencias muy artificiales y poco creíbles. Este error hace que la película se vuelva monótona en algunos momentos.

La idea del film acerca del destino y las casualidades está bien desarrollada. El director Julio Medem logra formar un rompecabezas de hechos muy bien entrelazados. Pese a algunas redundancias, la historia es comprensible y cautivadora. La película es una historia de desamor con la que es imposible no empatizar: la narrativa es apasionante y la historia tiene mucha poesía.

Otra idea usada con genialidad es la de los números capicúas. De hecho, los nombres de los protagonistas son "capicuas" tal como el apellido del director. Esto es solo parte de los guiños a la propia vida de Medem ya que el film está basado en su propia historia de amor de niñez y la relación en su familia entre vascos y alemanes.
Puntuación: 7/10
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