El cine que hay que ver: ¿Qué pasó en los 60 y 70?

Por Lizeth Tomás

La creación cinematográfica de los años sesenta y de inicios de los setenta cambió sus reglas debido a las circunstancias sociales y estéticas de la época. En ese cine se observa a personajes con total libertad que se cuestionan diversos problemas sociales y culturales. En ese sentido, el cine de los 60 se aleja del antiguo Hollywood: de los héroes que sabían lo que hacían, que sabían a donde iban y que nunca dudaban. En esa época, surgen figuras como la de Dustin Hoffman quien aparece como un antihéroe del cine, interpretando personajes que no tienen un rumbo fijo y andan despistados. Además, los finales ya no son tan felices como antes, debido a las situaciones adversas que atraviesan los protagonistas. En conclusión, el eje narrativo del cine cambia con nuevas posibilidades de relatos no tan idílicos. Ahora muestra historias de perdedores, finales infelices y pueblos que pierden batallas.

El movimiento hippie también influyó en el cine de esa época. Tal es el caso de Milos Forman, quien introdujo en el cine elementos de dicha cultura en su película “Hair” (1979), que aborda la historia de un personaje que llega a Nueva York y hace suya la cultura de esa ciudad.

Otro tema que fue retratado en el cine de la década de los 60 fue el de las comunidades nativas estadounidenses y los conflictos con sus colonizadores. Nos referimos al “wéstern” que, aunque tuvo su década dorada a partir de los 50, cambia de enfoque radicalmente, ya que deja de mostrar héroes que ganan todo y son rudos. Ahora sus protagonistas son perdedores en paisajes desolados, ya no son más los “dueños” que conquistaron las tierras norteamericanas.

Otro cambio importante del cine de esa época es la mayor visibilización del erotismo. Un ejemplo de esto es Jane Fonda interpretando a Barbarella, protagonista de la película del mismo nombre. Ella es una mujer fuerte, guerrera, sensual y dueña de su destino.

El cine de los 60 también mostró a la comunidad afroamericana estadounidense en dos películas fundamentales: “Adivina quién viene a cenar” y “En el calor de la noche”, ambas del 67. En ellas, se muestran temas como los matrimonios interraciales, el racismo, el honor de dicha comunidad y la recuperación de su dignidad.

Por otro lado, el cine de terror también tiene un espacio importante en esta época. Ahí tenemos a Alfred Hitchcock con su película “Psicosis” (1960), film que se inspiró en los crímenes de Ed Gein, un asesino en serie de Wisconsin. Esta es una de las mejores películas de Hitchcock y una de las primeras en las que se mostró la violencia de manera intensa pero sutil. Una secuencia paradigmática de “Psicosis” es la del asesinato en la ducha, con su juego de planos y ángulos alternados. Otra película de terror símbolo de los 60 es “La noche de los muertos vivientes” (1968) de George Romero, la cual inició el concepto del “zombie” en el cine tal como lo conocemos.

Respecto al cine de ciencia ficción de esta década, éste recibió bastante influencia de la década anterior, especialmente de películas como “Planeta Prohibido” (1956) de Fred Wilcox o “El Increíble Hombre Menguante” (1957) de Jack Arnold. Ejemplos paradigmáticos de este género en los 60 son “El pueblo de los malditos” (1960) de Wolf Rila y “Odisea en el Espacio” (1968) de Stanley Kubrick.

En los 60, los musicales cinematográficos, antes amos y señores de la taquilla, empezaron a desaparecer. En vez de ello, las bandas sonoras y la musicalización de los films comenzaron a tener mayor notoriedad entre el público y la crítica. Tal es el caso del trabajo de Bernard Herrmann en “Psicosis” (1960), o el de Ennio Morricone en “El Bueno, el Malo y el Feo” (1966). También es digna de mencionarse la composición de Henry Mancini en “La Pantera Rosa”, o el de John Barry en “El León en Invierno” (1968).