Dentro de Los 400 golpes (1959)

Por: Angela Bendezu Villena

La película nos muestra la historia de la infancia de Antoine Doinel, un niño que vive y crece en medio de violencias dentro de su familia, razón por la cual muestra rebeldía, y se va por los malos pasos, que lo llevarán a estar en la cárcel.

Los 400 golpes, es una película donde, el director, Truffaut logra obtener un estilo sencillo para el espectador, mostrando una realidad que hasta hoy en día se vive: la infancia de muchos niños que cumplen responsabilidades que no les corresponden. Es así, que la película puede provocar diversos sentimientos.

En el aspecto del espacio que se utilizó, es una casa pequeña, la escuela donde se puede ver los castigos físicos, a los alumnos por parte de los profesores. Así mismo, el papel que cumple cada personaje es adecuado para la trama que se grabó, como la interpretación. Pero se notó la ausencia de los diálogos, lo cual puede generar aburrimiento en los espectadores comunes que siempre quieren ver películas con diálogos, este caso se utilizó la voz femenina en voz en off, que ayuda a comprender de qué trata la película. También se identificó el arco mejor logrado por el personaje que es el niño Antoine, el personaje principal de la película.

Por el lado del lenguaje técnico, en la película se utilizó los planos medios, planos detalles, planos largos, panorámicas, ángulos picados, contrapicados, en realidad estos planos fueron muy buenos, ya que el espectador puede sentirse dentro de la película, por ejemplo una de las escenas que te hace vivir esa sensación es, cuando los alumnos están en un salón de clases y se empiezan a mover; es por ello que la característica más esencial de la película es su naturalidad; del mismo modo, se hizo uso de los travellings, sobre todo para los movimientos de Doinel.

Otro punto que se analizó es el uso del color, la película se plasmó en blanco y negro. El uso de la iluminación fue buena, ya que se aplicó para cada acto, así como la fotografía y sus elementos que hicieron que la historia sea más realista, y el acompañamiento de la música que permitió pintar los momentos en los que el niño sale a la calle, destacando la ternura y la celebración radiante de que el cine francés salga, por fin, a la calle.

A pesar de que esta película fue producida hace muchos años atrás, conserva su naturalidad, su ternura, su sencillez, su sobriedad y distinción. De esta manera, Truffaut potencia la identificación del espectador. Pongamos, por ejemplo, el momento en que Doiniel, después de cenar, baja la basura; momento que no tiene valor narrativo, pero que permite la coherencia a la filiación del espectador porque mantiene la cámara fija en todo momento a Doinel. A pesar de que el niño se nos antoje como un trasto, despertará la simpatía con las personas adultas. Otro punto que resaltar es el término de las secuencias.

En síntesis, en “Los 400 Golpes” donde Truffaut nos ofrece una película muy sentimental, destaca, la importancia de la crítica social (el hijo no es deseado por sus padres, como sucede en la actualidad, padres que solo se dedican a trabajar y olvidan del cuidado de sus hijos y de darles amor), la buena interpretación por los personajes, generando la reflexión del público.